Esperanza para el ser humano

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Lo pequeño es hermoso

jueves, 16 de diciembre de 2021

IN LAK’ECH: Salvemos a la Madre Tierra

 

IN LAKECH: Salvemos a la Madre Tierra

 

Probablemente

se ha hecho más daño

a la Tierra en el siglo XX

que en toda la historia

anterior de la humanidad.

Jacques Yves Cousteau


Como nos dice la reflexión de los nombres de Dios:  El acto más grandioso que podemos efectuar en el mundo físico es ayudar a otro ser humano a descubrir el resplandor de la Luz.

 

El ser humano debe ver la LUZ para seguir su evolución y para eso, necesitamos sana a nuestra Madre Tierra.

Rabindranath Tagore escribió: La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta. 

Y nunca hemos apreciado lo que nuestra Madre Tierra ha hecho por todos los seres humanos, la hemos dañado y maltratado y todo en el nombre del dinero, la usura, la riqueza mal repartida.

 El poeta americano James Russell Lowell, escribe: Los humanos no saben lo que poseen en la Tierra. Será porque la mayoría no ha tenido ocasión de abandonarla y regresar después a ella. 

Sera que esta frase, está llena de razón y por eso nos visitan y nos observan, para ver qué hacemos con este legado que tenemos, que estamos haciendo con nuestra Madre Tierra.

Nuestro destino es evolucionar y es hacerlo en todo, y ese todo incluye cuidar nuestro hogar, nuestra casa, nuestro planeta, cuidar a todos los seres humanos.

Veamos que pasa ahora con los hoy son portavoces de los seres que controlan nuestro destino:

En un mensaje de abril de 2021, tomado de la página de la ONU, de António Guterres, secretario general dijo:

18/04/2021

Acción climática por las personas y el planeta: ahora es el momento

António Guterres

Ha llegado el momento, en este año crucial para la humanidad, de emprender una acción climática enérgica.

La conclusión de la ciencia, aceptada mundialmente, es irrefutable: para evitar que la crisis climática se convierta en una catástrofe permanente, debemos limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

Para ello, debemos lograr que a mediados de siglo las emisiones netas de gases de efecto invernadero sean de valor cero. Un grupo de países que representan aproximadamente dos tercios de la economía mundial ya se han comprometido a hacerlo. Es un indicio alentador, pero necesitamos urgentemente que todos los países, ciudades, empresas e instituciones financieras se unan a esa coalición y adopten planes concretos para la transición a emisiones netas cero.

Aún más urgente es que los Gobiernos respalden esa ambición a largo plazo con la adopción de medidas concretas ahora, en un momento en que se están movilizando billones de dólares para superar la pandemia de COVID-19. La revitalización de las economías es nuestra oportunidad de reconfigurar nuestro futuro.

El mundo ya cuenta con un sólido marco para la acción: el Acuerdo de París, en el que todos los países se comprometieron a establecer sus propios planes nacionales de acción climática y a reforzarlos cada cinco años. Han transcurrido más de cinco años desde entonces y nos enfrentamos a la prueba contundente de que si no actuamos destruiremos nuestro planeta; por lo tanto, ha llegado el momento de actuar de forma decisiva y eficaz aprovechando la invitación cursada por las Naciones Unidas a todos los países para que participen en la COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre.

Los nuevos planes nacionales deben reducir la contaminación global por gases de efecto invernadero en al menos un 45 % para 2030 con respecto a los niveles de 2010. Ya se han presentado muchos planes en los que se establecen políticas claras para adaptarse a los efectos del cambio climático y promover el acceso a las energías renovables.

Sin embargo, hasta la fecha, esos planes solo han conseguido reducir las emisiones en menos de un 1 %, una situación que debe considerarse como una auténtica alerta roja para las personas y el planeta.

En los próximos meses, empezando por la Cumbre de Líderes organizada por los Estados Unidos que se celebrará en breve, los Gobiernos deben ampliar drásticamente sus aspiraciones, especialmente los países con más emisiones, que son los responsables en mayor medida de la crisis.

La eliminación gradual del carbón del sector eléctrico es el paso más importante para alcanzar el objetivo de 1,5 grados. La adopción inmediata de medidas para eliminar el combustible fósil más sucio y contaminante de los sectores energéticos ofrece a nuestro mundo una oportunidad.

El consumo mundial de carbón para generar electricidad debe reducirse para 2030 en un 80 % por debajo de los niveles de 2010. Eso significa que las economías desarrolladas deben comprometerse a eliminar el carbón para 2030 y que los demás países deben hacerlo para 2040. No hay razón alguna para construir nuevas centrales alimentadas con carbón en ningún lugar del mundo. El funcionamiento de un tercio de las instalaciones mundiales que operan con carbón ya es más costoso que la construcción de nuevas plantas de generación y almacenamiento de energías renovables. La COP26 debe marcar el fin del uso del carbón.

A medida que el mundo avanza hacia la protección del aire puro y la promoción de la energía renovable, es esencial que se garantice una transición justa. Hay que apoyar a los trabajadores de las industrias afectadas y del sector informal para que cambien de empleo o adquieran nuevas competencias. También debemos liberar el enorme potencial de las mujeres y las niñas para impulsar la transformación, incluso como participantes en igualdad de condiciones en la gobernanza y la adopción de decisiones.

Los países que menos han contribuido al cambio climático son los que sufren muchos de los peores efectos. Muchas pequeñas naciones insulares simplemente dejarán de existir si no intensificamos la respuesta. Los países desarrollados deben cumplir sus compromisos de aportar y movilizar 100.000 millones de dólares anuales para:

  • Duplicar los niveles actuales de financiación para el clima;
  • Dedicar la mitad de la financiación para el clima a la adaptación;
  • Poner fin a la financiación internacional del carbón; y
  • Desviar las subvenciones de los combustibles fósiles a las energías renovables.

La Cumbre del G7 que se celebrará en junio es una oportunidad para que los países más ricos del mundo den un paso adelante y asuman los compromisos financieros necesarios que garanticen el éxito de la COP26.

Los Gobiernos deben asumir el liderazgo, pero los responsables de la adopción de decisiones en todos los ámbitos también desempeñan un papel vital.

Pido a todos los bancos de desarrollo multilaterales y nacionales que, antes de la COP26, adopten políticas claras para financiar la recuperación de la COVID y la transición a economías resilientes en los países en desarrollo, teniendo en cuenta los niveles de deuda agobiantes y las enormes presiones a que están sometidos los presupuestos nacionales.

Muchos gobiernos locales y empresas privadas se han comprometido a lograr emisiones netas de valor cero para 2050 y han emprendido importantes revisiones de sus modelos de negocio. Insto a todos a establecer objetivos y políticas ambiciosos.

Animo a los jóvenes de todo el mundo a que sigan alzando la voz para responder al cambio climático, proteger la biodiversidad, detener la guerra de la humanidad contra la naturaleza y acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El tiempo se agota y hay mucho trabajo por delante; no es momento de levantar la bandera blanca y darse por vencidos. Las Naciones Unidas seguirán enarbolando su bandera azul, símbolo de solidaridad y esperanza. En este Día de la Tierra y en los meses cruciales que se avecinan, insto a todas las naciones y a todos los pueblos a que asuman juntos los desafíos de este momento.

Lean esto en:

https://www.un.org/sg/es/content/sg/articles/2021-04-18/climate-action-for-people-and-planet-the-time-now

En abril dice que el tiempo se agota.

 

Vean este artículo que habla de la urgencia del momento actual:

 

De la periodista Sarah Kaplan:

 

Nota tomada del Washington Post

https://www.washingtonpost.com/climate-environment/2021/12/14/climate-change-arctic-antarctic-poles/

Climate and Environment

Climate change has destabilized the Earth’s poles, putting the rest of the planet in peril

New research shows how rising temperatures have irreversibly altered both the Arctic and Antarctic. Ripple effects will be felt around the globe.

The National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) released 2021’s Arctic report card on Dec. 14. (NOAA)

 

By Sarah Kaplan

December 14 at 11:45 a.m. EST| Updated yesterday at 3:06 p.m. EST

The ice shelf was cracking up. Surveys showed warm ocean water eroding its underbelly. Satellite imagery revealed long, parallel fissures in the frozen expanse, like scratches from some clawed monster. One fracture grew so big, so fast, scientists took to calling it “the dagger.”

“It was hugely surprising to see things changing that fast,” said Erin Pettit. The Oregon State University glaciologist had chosen this spot for her Antarctic field research precisely because of its stability. While other parts of the infamous Thwaites Glacier crumbled, this wedge of floating ice acted as a brace, slowing the melt. It was supposed to be boring, durable, safe.

Now climate change has turned the ice shelf into a threat — to Pettit’s field work, and to the world.

Planet-warming pollution from burning fossil fuels and other human activities has already raised global temperatures more than 1.1 degrees Celsius (2 degrees Fahrenheit). But the effects are particularly profound at the poles, where rising temperatures have seriously undermined regions once locked in ice.

The Arctic could get more rain and less snow sooner than projected. Here’s why that matters.

In research presented this week at the world’s biggest earth science conference, Pettit showed that the Thwaites ice shelf could collapse within the next three to five years, unleashing a river of ice that could dramatically raise sea levels. Aerial surveys document how warmer conditions have allowed beavers to invade the Arctic tundra, flooding the landscape with their dams. Large commercial ships are increasingly infiltrating formerly frozen areas, disturbing wildlife and generating disastrous amounts of trash. In many Alaska Native communities, climate impacts compounded the hardships of the coronavirus pandemic, leading to food shortages among people who have lived off this land for thousands of years.

“The very character of these places is changing,” said Twila Moon, a glaciologist at the National Snow and Ice Data Center and co-editor of the Arctic Report Card, an annual assessment of the state of the top of the world. “We are seeing conditions unlike those ever seen before.”

Rain falls beyond the historical Zion’s Church on Sept. 4 in Ilulissat, Greenland. (Mario Tama/Getty Images)

The rapid transformation of the Arctic and Antarctic creates ripple effects all over the planet. Sea levels will rise, weather patterns will shift and ecosystems will be altered. Unless humanity acts swiftly to curb emissions, scientists say, the same forces that have destabilized the poles will wreak havoc on the rest of the globe.

“The Arctic is a way to look into the future,” said Matthew Druckenmiller, a scientist at the National Snow and Ice Data Center and another co-editor of the Arctic Report Card. “Small changes in temperature can have huge effects in a region that is dominated by ice.”

 

¿Es urgente o solo nos quedamos a ver nuestro suicidio colectivo?

Es tiempo de ACTUAR ahora ya no hay plan B, nos quedamos sin tiempo para actuar.

ACTUA ser humano ahora.

Seguimos como seres humanos, abusando del mundo natural que nos rodea, ya las ciudades son invivibles para el ser humano y el costo de vivir en grandes ciudades es cada vez más exorbitante y pronto será prohibitivo hacerlo.

Como seres humanos hemos saqueado los recursos de la Madre Tierra de una forma irresponsable y francamente estúpida. Hemos lucrado con todo lo natural, hemos mermado las especies silvestres y hemos tratado el aire, la tierra y los océanos como nuestros vertederos.

Hoy hay ecosistemas y cadenas alimenticias que son vitales para el ser humano y las especies de nuestra Madre Tierra que se están viendo al borde del colapso, de su fin.

Todo esto ha sido y es una actitud suicida, iniciada por algunos hace siglos que fueron pateando el bote del abuso a la Madre Tierra hasta nuestros días.

Hoy es tiempo ya de actuar y poner fin a nuestra estúpida guerra contra la naturaleza, contra nuestra Madre Tierra y cuidar de ella para que recobre la salud.

Actuar en favor de nuestra Madre Tierra es hacer actos de Amor y actos de Bondad para ella y para nuestra especie.

Siempre Haz actos de amor y actos de bondad.
No estás solo.

Vive tu vida con AMOR y da amor a los demás.

 

Recuerden que ustedes son mi Banda de Hermanos y somos la resistencia contra la oscuridad.

Todo acto de amor es un acto de resistencia contra la oscuridad; todo acto de amor es un acto de darse… es un acto de generar energía para todos los demás.
Todo acto de amor es un acto de paz, de paz interior, de paz en la conciencia.

Todo acto de amor es un acto ganador, en la PAZ no hay ganadores ni vencidos.

 

Bienvenida la Luz y un nuevo amanecer para la humanidad.

 

No tengas miedo jamás.

No estás solo.

Nuestro camino es trascender, en el amor a los demás.

 

Para mi banda de hermanos: IN’LAKESH

 

Autor: Manuel Villarreal

 

Lo siguiente es tomado de:

https://www.pasadofuturo.com/72nombresdedios.htm

 

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Padres educadores, no predicadores

HEI     HEI     YUD

El acto más grandioso que podemos efectuar en el mundo físico es ayudar a otro ser humano a descubrir el resplandor de la Luz.

Ése es el verdadero propósito de ser padres. Cuando compartimos con nuestros hijos, una Luz impresionante es revelada en nuestras propias vidas, en las vidas de nuestra familia y alrededor del mundo.

Aunque participamos en traer a nuestros hijos al mundo, debemos recordar que ellos no son nuestros, sino que son donaciones dadas a nosotros por el Creador a fin de darnos la oportunidad de compartir, crecer y volvernos personas más amables y tolerantes. Nuestros hijos nos dan la oportunidad para ser la Luz y para esparcir la Luz. Necesitamos convertirnos en maestros sabios, no en predicadores gritones.

En vez de tratar de predicar la verdad, o de legislar la sabiduría, la gente iluminada sabe que debe vivir la verdad.

Una persona que ha sido tocada por la Luz sabe de forma innata que él o ella debe convertirse en la personificación de su poder.

Como velas debemos permitir que el resplandor de nuestros pensamientos y acciones entusiasme e ilumine a nuestros hijos. Así, los cambios en nuestras propias vidas se vuelven ejemplos para ellos e inspiraciones a seguir.

Meditación

Deseemos compartir esta sabiduría de forma amorosa, respetuosa y desinteresada con nuestros hijos.

El predicador dentro de nosotros es silenciado. El maestro dentro de nosotros resplandece a través de todas nuestras acciones.

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