IN LAK’ECH: Salvemos
a la Madre Tierra
Probablemente
se
ha hecho más daño
a la
Tierra en el siglo XX
que
en toda la historia
anterior
de la humanidad.
Jacques Yves
Cousteau
Como nos dice la reflexión de los nombres de Dios: El acto más grandioso que podemos efectuar en el mundo físico es ayudar
a otro ser humano a descubrir el resplandor de la Luz.
El ser humano debe ver la LUZ
para seguir su evolución y para eso, necesitamos sana a nuestra Madre Tierra.
Rabindranath Tagore escribió: La
tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta.
Y nunca hemos apreciado lo que
nuestra Madre Tierra ha hecho por todos los seres humanos, la hemos dañado y
maltratado y todo en el nombre del dinero, la usura, la riqueza mal repartida.
El poeta americano James Russell
Lowell, escribe: Los humanos no saben lo que poseen en la Tierra. Será
porque la mayoría no ha tenido ocasión de abandonarla y regresar después a
ella.
Sera que esta frase, está llena
de razón y por eso nos visitan y nos observan, para ver qué hacemos con este
legado que tenemos, que estamos haciendo con nuestra Madre Tierra.
Nuestro destino es evolucionar y
es hacerlo en todo, y ese todo incluye cuidar nuestro hogar, nuestra casa,
nuestro planeta, cuidar a todos los seres humanos.
Veamos que pasa ahora con los hoy
son portavoces de los seres que controlan nuestro destino:
En un mensaje de abril de 2021,
tomado de la página de la ONU, de António Guterres, secretario general dijo:
18/04/2021
Acción climática por las personas y el
planeta: ahora es el momento
Ha llegado el momento, en este año crucial para la
humanidad, de emprender una acción climática enérgica.
La conclusión de la ciencia, aceptada mundialmente, es irrefutable: para evitar
que la crisis climática se convierta en una catástrofe permanente, debemos
limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Para ello, debemos lograr
que a mediados de siglo las emisiones netas de gases de efecto invernadero sean
de valor cero. Un grupo de países que representan aproximadamente dos tercios
de la economía mundial ya se han comprometido a hacerlo. Es un indicio
alentador, pero necesitamos urgentemente que todos los países, ciudades,
empresas e instituciones financieras se unan a esa coalición y adopten planes
concretos para la transición a emisiones netas cero.
Aún más urgente es que los
Gobiernos respalden esa ambición a largo plazo con la adopción de medidas
concretas ahora, en un momento en que se están movilizando billones de dólares
para superar la pandemia de COVID-19. La revitalización de las economías es nuestra
oportunidad de reconfigurar nuestro futuro.
El mundo ya cuenta con un
sólido marco para la acción: el Acuerdo de París, en el que todos los países se
comprometieron a establecer sus propios planes nacionales de acción climática y
a reforzarlos cada cinco años. Han transcurrido más de cinco años desde
entonces y nos enfrentamos a la prueba contundente de que si no actuamos
destruiremos nuestro planeta; por lo tanto, ha llegado el momento de actuar de
forma decisiva y eficaz aprovechando la invitación cursada por las Naciones
Unidas a todos los países para que participen en la COP26, que se celebrará en
Glasgow en noviembre.
Los nuevos planes
nacionales deben reducir la contaminación global por gases de efecto
invernadero en al menos un 45 % para 2030 con respecto a los niveles de 2010.
Ya se han presentado muchos planes en los que se establecen políticas claras
para adaptarse a los efectos del cambio climático y promover el acceso a las
energías renovables.
Sin embargo, hasta la
fecha, esos planes solo han conseguido reducir las emisiones en menos de un 1
%, una situación que debe considerarse como una auténtica alerta roja para las
personas y el planeta.
En los próximos meses,
empezando por la Cumbre de Líderes organizada por los Estados Unidos que se celebrará
en breve, los Gobiernos deben ampliar drásticamente sus aspiraciones,
especialmente los países con más emisiones, que son los responsables en mayor
medida de la crisis.
La eliminación gradual del
carbón del sector eléctrico es el paso más importante para alcanzar el objetivo
de 1,5 grados. La adopción inmediata de medidas para eliminar el combustible
fósil más sucio y contaminante de los sectores energéticos ofrece a nuestro
mundo una oportunidad.
El consumo mundial de
carbón para generar electricidad debe reducirse para 2030 en un 80 % por debajo
de los niveles de 2010. Eso significa que las economías desarrolladas deben
comprometerse a eliminar el carbón para 2030 y que los demás países deben
hacerlo para 2040. No hay razón alguna para construir nuevas centrales
alimentadas con carbón en ningún lugar del mundo. El funcionamiento de un
tercio de las instalaciones mundiales que operan con carbón ya es más costoso
que la construcción de nuevas plantas de generación y almacenamiento de
energías renovables. La COP26 debe marcar el fin del uso del carbón.
A medida que el mundo
avanza hacia la protección del aire puro y la promoción de la energía
renovable, es esencial que se garantice una transición justa. Hay que apoyar a
los trabajadores de las industrias afectadas y del sector informal para que
cambien de empleo o adquieran nuevas competencias. También debemos liberar el
enorme potencial de las mujeres y las niñas para impulsar la transformación,
incluso como participantes en igualdad de condiciones en la gobernanza y la
adopción de decisiones.
Los países que menos han
contribuido al cambio climático son los que sufren muchos de los peores
efectos. Muchas pequeñas naciones insulares simplemente dejarán de existir si
no intensificamos la respuesta. Los países desarrollados deben cumplir sus
compromisos de aportar y movilizar 100.000 millones de dólares anuales para:
- Duplicar los niveles actuales de financiación
para el clima;
- Dedicar la mitad de la financiación para el clima
a la adaptación;
- Poner fin a la financiación internacional del
carbón; y
- Desviar las subvenciones de los combustibles
fósiles a las energías renovables.
La Cumbre del G7 que se
celebrará en junio es una oportunidad para que los países más ricos del mundo
den un paso adelante y asuman los compromisos financieros necesarios que
garanticen el éxito de la COP26.
Los Gobiernos deben asumir
el liderazgo, pero los responsables de la adopción de decisiones en todos los
ámbitos también desempeñan un papel vital.
Pido a todos los bancos de
desarrollo multilaterales y nacionales que, antes de la COP26, adopten
políticas claras para financiar la recuperación de la COVID y la transición a
economías resilientes en los países en desarrollo, teniendo en cuenta los niveles
de deuda agobiantes y las enormes presiones a que están sometidos los
presupuestos nacionales.
Muchos gobiernos locales y
empresas privadas se han comprometido a lograr emisiones netas de valor cero
para 2050 y han emprendido importantes revisiones de sus modelos de negocio.
Insto a todos a establecer objetivos y políticas ambiciosos.
Animo a los jóvenes de todo
el mundo a que sigan alzando la voz para responder al cambio climático,
proteger la biodiversidad, detener la guerra de la humanidad contra la
naturaleza y acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
El tiempo se agota y hay
mucho trabajo por delante; no es momento de levantar la bandera blanca y darse
por vencidos. Las Naciones Unidas seguirán enarbolando su bandera azul, símbolo
de solidaridad y esperanza. En este Día de la Tierra y en los meses cruciales
que se avecinan, insto a todas las naciones y a todos los pueblos a que asuman
juntos los desafíos de este momento.
Lean esto en:
https://www.un.org/sg/es/content/sg/articles/2021-04-18/climate-action-for-people-and-planet-the-time-now
En abril dice que el tiempo se
agota.
Vean este artículo que habla de
la urgencia del momento actual:
De la periodista Sarah Kaplan:
Nota tomada del Washington Post
https://www.washingtonpost.com/climate-environment/2021/12/14/climate-change-arctic-antarctic-poles/
Climate and Environment
Climate
change has destabilized the Earth’s poles, putting the rest of the planet in
peril
New research
shows how rising temperatures have irreversibly altered both the Arctic and
Antarctic. Ripple effects will be felt around the globe.
The National
Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) released 2021’s Arctic report
card on Dec. 14. (NOAA)
By Sarah
Kaplan
December 14 at 11:45 a.m. EST| Updated yesterday
at 3:06 p.m. EST
The ice shelf was cracking up. Surveys showed warm
ocean water eroding its underbelly. Satellite imagery revealed long, parallel
fissures in the frozen expanse, like scratches from some clawed monster. One
fracture grew so big, so fast, scientists took to calling it “the dagger.”
“It was hugely surprising to see things changing that
fast,” said Erin Pettit. The Oregon State University glaciologist had chosen
this spot for her Antarctic field research precisely because of its stability.
While other parts of the infamous Thwaites Glacier crumbled, this wedge of
floating ice acted as a brace, slowing the melt. It was supposed to be boring,
durable, safe.
Now climate change has turned the ice shelf into a
threat — to Pettit’s field work, and to the world.
Planet-warming pollution from burning fossil fuels and
other human activities has already raised global temperatures more than 1.1
degrees Celsius (2 degrees Fahrenheit). But the effects are particularly
profound at the poles, where rising temperatures have seriously undermined
regions once locked in ice.
The Arctic could get more rain and less
snow sooner than projected. Here’s why that matters.
In research presented this week at the world’s biggest
earth science conference, Pettit showed that the Thwaites ice shelf could
collapse within the next three
to five years,
unleashing a river of ice that could dramatically raise sea levels. Aerial
surveys document how warmer conditions have allowed beavers to invade the
Arctic tundra, flooding the landscape with their dams. Large commercial ships
are increasingly infiltrating formerly frozen areas, disturbing wildlife and
generating disastrous amounts of trash. In many Alaska Native communities,
climate impacts compounded the hardships of the coronavirus pandemic, leading to food shortages among people
who have lived off this land for thousands of years.
“The very character of these places is changing,” said
Twila Moon, a glaciologist at the National Snow and Ice Data Center and co-editor
of the Arctic Report Card, an annual assessment of the state of the top of the
world. “We are seeing conditions unlike those ever seen before.”
Rain falls
beyond the historical Zion’s Church on Sept. 4 in Ilulissat, Greenland. (Mario
Tama/Getty Images)
The rapid transformation of the Arctic and Antarctic
creates ripple effects all over the planet. Sea levels will rise, weather
patterns will shift and ecosystems will be altered. Unless humanity acts
swiftly to curb emissions, scientists say, the same forces that have
destabilized the poles will wreak havoc on the rest of the globe.
“The Arctic is a way to look into the future,” said
Matthew Druckenmiller, a scientist at the National Snow and Ice Data Center and
another co-editor of the Arctic Report Card. “Small changes in temperature can
have huge effects in a region that is dominated by ice.”
¿Es urgente o solo nos quedamos a ver nuestro suicidio
colectivo?
Es tiempo de ACTUAR ahora ya no hay plan B, nos quedamos sin
tiempo para actuar.
ACTUA ser humano ahora.
Seguimos como seres humanos, abusando
del mundo natural que nos rodea, ya las ciudades son invivibles para el ser
humano y el costo de vivir en grandes ciudades es cada vez más exorbitante y
pronto será prohibitivo hacerlo.
Como seres humanos hemos saqueado
los recursos de la Madre Tierra de una forma irresponsable y francamente estúpida.
Hemos lucrado con todo lo natural, hemos mermado las especies silvestres y
hemos tratado el aire, la tierra y los océanos como nuestros vertederos.
Hoy hay ecosistemas y cadenas
alimenticias que son vitales para el ser humano y las especies de nuestra Madre
Tierra que se están viendo al borde del colapso, de su fin.
Todo esto ha sido y es una
actitud suicida, iniciada por algunos hace siglos que fueron pateando el bote del
abuso a la Madre Tierra hasta nuestros días.
Hoy es tiempo ya de actuar y poner
fin a nuestra estúpida guerra contra la naturaleza, contra nuestra Madre Tierra
y cuidar de ella para que recobre la salud.
Actuar en favor de nuestra Madre
Tierra es hacer actos de Amor y actos de Bondad para ella y para nuestra
especie.
Siempre Haz actos de amor y actos de bondad.
No estás solo.
Vive tu vida con AMOR y da amor a los demás.
Recuerden que ustedes son mi Banda de Hermanos y somos la
resistencia contra la oscuridad.
Todo acto de amor es un acto de resistencia contra la
oscuridad; todo acto de amor es un acto de darse… es un acto de generar energía
para todos los demás.
Todo acto de amor es un acto de paz, de paz interior, de paz en la conciencia.
Todo acto de amor es un acto ganador, en la PAZ no hay
ganadores ni vencidos.
Bienvenida la Luz y un nuevo amanecer para la humanidad.
No tengas miedo jamás.
No estás solo.
Nuestro camino es trascender, en el amor a los demás.
Para mi banda de hermanos: IN’LAKESH
Autor: Manuel Villarreal
Lo siguiente es tomado de:
https://www.pasadofuturo.com/72nombresdedios.htm
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Padres educadores, no predicadores
HEI HEI YUD
El acto más grandioso que podemos
efectuar en el mundo físico es ayudar a otro ser humano a descubrir el
resplandor de la Luz.
Ése es el verdadero propósito de ser
padres. Cuando compartimos con nuestros hijos, una Luz impresionante es
revelada en nuestras propias vidas, en las vidas de nuestra familia y alrededor
del mundo.
Aunque participamos en traer a nuestros
hijos al mundo, debemos recordar que ellos no son nuestros, sino que son
donaciones dadas a nosotros por el Creador a fin de darnos la oportunidad de
compartir, crecer y volvernos personas más amables y tolerantes. Nuestros hijos
nos dan la oportunidad para ser la Luz y para esparcir la Luz. Necesitamos
convertirnos en maestros sabios, no en predicadores gritones.
En vez de tratar de predicar la verdad,
o de legislar la sabiduría, la gente iluminada sabe que debe vivir la verdad.
Una persona que ha sido tocada por la
Luz sabe de forma innata que él o ella debe convertirse en la personificación
de su poder.
Como velas debemos permitir que el
resplandor de nuestros pensamientos y acciones entusiasme e ilumine a nuestros
hijos. Así, los cambios en nuestras propias vidas se vuelven ejemplos para
ellos e inspiraciones a seguir.
Meditación
Deseemos compartir esta sabiduría de
forma amorosa, respetuosa y desinteresada con nuestros hijos.
El predicador dentro de nosotros es
silenciado. El maestro dentro de nosotros resplandece a través de todas
nuestras acciones.