Se
Valiente y no tengas miedo
El
amor ahuyenta el miedo y,
recíprocamente
el miedo ahuyenta al amor.
Y
no sólo al amor el miedo expulsa;
también
a la inteligencia, la bondad,
todo
pensamiento de belleza y verdad,
y
sólo queda la desesperación muda;
y
al final, el miedo llega a expulsar
del
hombre la humanidad misma.
Aldous
Huxley
Haz actos de amor y actos de bondad.
Actúa ahora, no tengas miedo jamás.
Reflexiona hoy ser humano algo que es importante de
verdad.
Hay quienes nos han hablado directamente nos guste
o no.
No hablo de religiosidad, hablo de palabras que
necesitamos ESCUCHAR internamente como seres humanos:
No tengas miedo jamás de nada, eso ya
acabo y ahora es tiempo del ser humano nacido en esta Madre Tierra.
Pues no hay nada encubierto que no
haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse.
Juan
Pablo II mencionaba en un fragmento de un discurso:
Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los
terrados.
«Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no
pueden matar el alma; temed
más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.
¿No se venden dos pajarillos por un as?
Pues bien, ni uno de ellos caerá en
tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los
cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
No temáis, pues; vosotros valéis más
que muchos pajarillos. «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres,
yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos;
pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que
está en los cielos.
Un ser humano que hizo lo mejor que pudo con su
vida y para los demás, nos dijo un día: “No tengan miedo del amor, y no
tengan miedo de la debilidad del hombre ni de su grandeza. El hombre no deja de
ser grande ni siquiera en su debilidad. No tengan miedo de ser testigos de la
dignidad de toda persona humana”.
Lo
siguiente es un artículo del periodista Federico Croce:
"No
tengan miedo"
Esas
fueron las primeras palabras que Juan Pablo II gritó al mundo entero desde la
Plaza de San Pedro, cuando fue elegido Papa, el 22 de octubre de 1978.
"No tengan miedo a la verdad de ustedes mismos"
Esta fue la frase puntal del discurso dicho en su momento por quien acababa de erigirse autoridad máxima de la Iglesia Católica.
Fue la frase que Jesús resucitado dijo a sus discípulos. Y una de las que el flamante Papa enarboló como bandera a lo largo de su pontificado. Siempre que la dijo, la expresó con exhortación, imperativamente, enfatizada con fuerza en sus labios.
Es que se trata de un principio básico. Asumirse y reconocerse como lo que se es. Vivir sin temor.
Descubrirse y enfrentarse a uno mismo es el cimiento sobre el cual cualquier ser humano debe afirmarse para construir su vida. Y, paradójicamente, muchos no lo logran, o lo esquivan y otros se sienten obligados a ocultar, reprimir, postergar, maquillar, esconder, “hacer de cuenta que”.
“¡No tengan miedo de ustedes mismos!"
Si hay algo que creo que fue constante desde el inicio hasta el fin del pontificado de Juan Pablo II fue su exhortación a confiar en el hombre, desde la humilde aceptación de su contingencia y de su pecado.
Su secretario personal, Stanislaw Dziwisz. “Su objetivo era claro: llevar un mensaje religioso, desde la postura de Cristo, pero para infundir en la gente una sensación de libertad interior".
Es que los hombres por lo general vivimos angustiados por algo, preocupados por algo. Y creo que el miedo, ese demonio a vencer del que hablaba Juan Pablo II, tiene mucho que ver.
Estamos viviendo en el miedo. Un miedo que sentimos a toda hora. Miedo a que me roben. Miedo a que me maten. Miedo a que me estafen. Miedo a que me echen. Miedo a que me descubran. Miedo a que se enteren. Miedo a que me reconozcan. Miedo a que me insulten. Miedo a que me denigren.
Lo peor del miedo es que inmoviliza a quien lo tiene. El que está poseído por el miedo ha sido derrotado de plano antes de emprender cualquier cosa.
"No tengan miedo a la verdad de ustedes mismos"
Esta fue la frase puntal del discurso dicho en su momento por quien acababa de erigirse autoridad máxima de la Iglesia Católica.
Fue la frase que Jesús resucitado dijo a sus discípulos. Y una de las que el flamante Papa enarboló como bandera a lo largo de su pontificado. Siempre que la dijo, la expresó con exhortación, imperativamente, enfatizada con fuerza en sus labios.
Es que se trata de un principio básico. Asumirse y reconocerse como lo que se es. Vivir sin temor.
Descubrirse y enfrentarse a uno mismo es el cimiento sobre el cual cualquier ser humano debe afirmarse para construir su vida. Y, paradójicamente, muchos no lo logran, o lo esquivan y otros se sienten obligados a ocultar, reprimir, postergar, maquillar, esconder, “hacer de cuenta que”.
“¡No tengan miedo de ustedes mismos!"
Si hay algo que creo que fue constante desde el inicio hasta el fin del pontificado de Juan Pablo II fue su exhortación a confiar en el hombre, desde la humilde aceptación de su contingencia y de su pecado.
Su secretario personal, Stanislaw Dziwisz. “Su objetivo era claro: llevar un mensaje religioso, desde la postura de Cristo, pero para infundir en la gente una sensación de libertad interior".
Es que los hombres por lo general vivimos angustiados por algo, preocupados por algo. Y creo que el miedo, ese demonio a vencer del que hablaba Juan Pablo II, tiene mucho que ver.
Estamos viviendo en el miedo. Un miedo que sentimos a toda hora. Miedo a que me roben. Miedo a que me maten. Miedo a que me estafen. Miedo a que me echen. Miedo a que me descubran. Miedo a que se enteren. Miedo a que me reconozcan. Miedo a que me insulten. Miedo a que me denigren.
Lo peor del miedo es que inmoviliza a quien lo tiene. El que está poseído por el miedo ha sido derrotado de plano antes de emprender cualquier cosa.
Alejandro
Dumas menciona: No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de
hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.
El
miedo nos hace presos, estúpidos o peligrosos.
El miedo puede llegar a ser tan abrumador que es capaz de desatar las más terribles tragedias.
El miedo puede llegar a ser tan abrumador que es capaz de desatar las más terribles tragedias.
Vean
lo que pasa en los Estados Unidos con las masacres de inocentes en lugares públicos
por gente atemorizada hasta los huesos de todo y esto es porque los que tienen
miedo a todo, pierden la oportunidad de vivir
y con eso, pierden la vida de los demás por su ostracismo mental y de creencias
personales.
Están condenados a la más absoluta oscuridad en su alma. Están condenados
para siempre a vivir fuera de la Luz del Creador.
Por eso me gusta ese mensaje que esbozó Juan Pablo II al ser ungido Papa: salir de la madriguera del miedo en la que vivimos encerrados, es la idea. Atreverse a vivir la vida desde quien se es verdaderamente, es la posta.
Entender que la LUZ nos da la verdad, es vivir en la propia LUZ.
Por eso me gusta ese mensaje que esbozó Juan Pablo II al ser ungido Papa: salir de la madriguera del miedo en la que vivimos encerrados, es la idea. Atreverse a vivir la vida desde quien se es verdaderamente, es la posta.
Entender que la LUZ nos da la verdad, es vivir en la propia LUZ.
Entender que el ser humano debe: salir de la madriguera del miedo en
la que vivimos encerrados, es la idea.
Hoy les digo también: No tengamos
miedo.
Haz actos de amor y actos de bondad.
Busca la verdad para alcanzar la Luz
que nos llenara de energía.
Recuerda que lo
imposible solo es el límite de los que no sueñan.
Ama y vive, no solo estés viendo lo que sucede, actúa ya.
Ama y vive, no solo estés viendo lo que sucede, actúa ya.
Es tu deber y
responsabilidad como ser humano.
Nuestro camino es trascender, en el amor a los
demás.
Para mi banda de hermanos: IN’LAKESH
Autor: Manuel Villarreal
Lo siguiente es tomado de:
https://www.pasadofuturo.com/72nombresdedios.htm
31
Concluir
lo que comenzaste
BET CAF LAMED
Los obstáculos, tanto externos como
autoimpuestos, con frecuencia nos impiden cumplir nuestros objetivos. Es fácil
sentirse entusiasmado y tener optimismo al comienzo de un nuevo esfuerzo. Sin
embargo, hay muchos tipos de retos que a menudo evitan que alcancemos nuestras
metas. Entonces aplazamos y posponemos, y nuestra pasión se debilita. Los
obstáculos internos incluyen el miedo, la frustración, la tendencia a olvidar,
la duda y la pereza.
Los retos externos aparecen en todas
las formas y tamaños, pero son solamente una prueba. El imponente y proverbial
muro de ladrillos que vemos frente a nosotros es usualmente una cortina suave y
acolchada, pintada artísticamente e ingeniosamente disfrazada para que se vea
como una pared de ladrillo. Únicamente para impedir que siquiera tratemos de
atravesarla.
Nadie dijo que el camino al logro
personal y la grandeza espiritual fuera fácil. Pero es un camino que se puede
recorrer exitosamente y alcanzar el destino final, mientras observamos y
disfrutamos de un paisaje pintoresco.
Meditación
Estamos dotados con el poder para
concluir todo lo que comencemos, en especial las tareas y metas de naturaleza
espiritual.