IN LAK’ECH 2020: Luz, energía vital del ser
humano
“Y el juicio está en que vino la luz al mundo,
y los hombres amaron más las tinieblas
que la luz, porque sus
obras eran malas.
Pues todo el que obra el
mal aborrece
la luz y no va a la luz, para que no
sean censuradas sus obras.
Pero el que obra la
verdad, va a la luz,
para que quede de
manifiesto que
sus obras están hechas
según Dios.”
Juan, 3 – 19-21
Como menciona Rabindranath Tagore: La fe es el pájaro que siente la luz cuando el amanecer todavía está oscuro.
Hablo de la Luz como la esencia
central de la energía que está dentro del ser humano y lo que alimenta el alma
y que esta contenida en el Universo.
Nuestra naturaleza es transformarnos
en lo que estamos destinados a ser desde el inicio.
Cambiar quién eres, no significa
convertirte en algo fuera de tu propia naturaleza de ser humano.
Se trata de descubrir tu verdadero
yo, tu real naturaleza, saber quién realmente eres tú y lo que harás con tu
vida y ayudar a los demás.
El fin del ser humano es descubrir la Luz que está en su alma, descubrir que hay Luz en su interior.
Para la gente que lee la Kabbalah,
ellos creen que la Luz que fue creada en el primer día de la creación no es la
luz como la conocemos; era consciencia.
De acuerdo al Zóhar, la Luz estaba en todas partes.
La chispa del Creador, del Universo,
está dentro de ti.
Has Actos de Amor y Actos de Bondad.
Esta es lo que hace una gran diferencia en el actuar del ser humano.
No lo has descubierto y te has perdido de ver lo que hay en todo esto.
Todos estamos en la búsqueda de algo.
Buscamos respuestas, buscamos conveniencia, buscamos placer, otros seres
humanos buscan al Creador, cuando este debe ser un objetivo de todo ser humano.
Otros dedican su vida a buscar su propósito en el mundo, pero todos buscamos
algo.
Cada ser humano nacido en esta Madre Tierra no está plenamente consciente
que la Luz es lo que anima su existencia.
Busca la luz física, del Sol, la Luna y las estrellas; además de buscar
algo más espiritual, aun sin saberlo.
Porque hay algo en nuestro interior que nos hace buscar la Luz, no sabemos
la razón, pero hay una búsqueda de esta.
La Luz es lo que nos hace sentir en paz, llenos.
Y es a través de nuestros actos de Amor y Actos de Bondad, actos llenos
de generosidad, que es cuando podemos compartir, podemos atraer más de esta Luz
esencial para nuestra alma, podemos atraerla a nuestra vida con las bendiciones
que acompañan a esta Luz que anima la existencia.
El camino de nuestra vida es realizar las acciones necesarias para encontrar la Luz y es cuando el ser humano trasciende y evoluciona.
La libertad es buscar que el ser humano sea libre y nos liberemos de las mentiras que nos encadenan en esta dimensión y no nos han permitido avanzar en la evolución que es inherente al ser humano.
Cuando el ser humano siente que en su vida hay oscuridad, es cuando la persona está más apartada de la Luz y es fácilmente dominada por los seres oscuros, que se alimentan de su energía vital.
Johann Wolfgang Von Goethe en su obra Fausto, en el Prólogo en el Cielo, cuando Dios dirigiéndose a Mefistófeles dice: Bien, lo dejo a tu disposición. Aparta a esa alma de su fuente originaria y, si puedes aferrarla por tu camino, llévala abajo, junto a ti. Pero te avergonzará reconocer que un hombre bueno, incluso extraviado en la oscuridad, es consciente del buen camino.
La Luz es algo que sabemos que
existe y que necesita el ser humano y la expresamos con esa desesperación de
buscarla y no encontrarla.
Recuerda que lo que decimos o dejamos de decir, o sea nuestras palabras, brotan de la Luz o para nuestra desgracia, nacen de nuestro propio ego.
Otro autor, Henricus Cornelius Agrippa ab Nettesheim en su libro De occulta philosophia, escribió: El Sol da luz a todas las cosas con sus propias reservas, y efectúa una copiosa distribución no sólo en el cielo y en el aire sino también sobre la tierra, y en lo más profundo del abismo.
Hay dos apariencias de la Luz cuando llega al ser humano.
El primero es la esencia antes de que la tengamos, es la simple perfección
que contiene toda la presencia de nuestro mundo.
El segundo es la forma que toma cuando se manifiesta en nuestro mundo, evidenciada
en forma específica y limitada según la persona que la reciba.
Cuanto más nos abramos a tener una verdadera conexión con el Universo, con el ser Creador, más eliminamos las barreras que disminuyen la Luz.
Nunca te olvides que: Todo acto de amor es un acto de resistencia contra la
oscuridad.
Todo acto de amor es un acto de darse… es un acto de generar energía para todos
los demás.
Todo acto de amor es un acto de paz, de paz interior, de paz en la conciencia.
Todo acto de amor es un acto ganador.
En la paz no hay ganadores ni vencidos.
Bienvenida la Luz y un nuevo amanecer para la humanidad.
Has actos de Amor y actos de Bondad.
No tengas miedo jamás.
No estás solo.
Para mi banda de hermanos: IN’LAKESH
Autor: Manuel Villarreal
Lo
siguiente es tomado de: https://www.pasadofuturo.com/72nombresdedios.htm
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Los 72 nombres de Dios Kabbalah |
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40 |
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ZAIN |
YUD |
YUD
|
Las palabras tienen poder, pueden herir a
otros, pero también pueden impregnarnos con bendiciones y transformar nuestra realidad. Encienden fuerzas espirituales que influyen en los
eventos y circunstancias de nuestras vidas.
Por
ejemplo: el chismorreo difamatorio incrementa en nuestro mundo las
enfermedades. Difamar a una persona inflige daño físico y espiritual a la víctima
y también a la persona que produce las palabras difamatorias. Sin embargo,
debido al libre albedrío, estas verdades se encuentran ocultas a nuestras
mentes racionales por lo estrecho del pensamiento egoísta, que no es innato y
se opone a cualquier cuestión metafísica.
Nuestras
palabras emergen de nuestro ego o de la Luz. Cuando permitimos que la Luz hable
en nuestro nombre, nuestro discurso llena a otros de esperanza, bendiciones,
amor e inspiración.
Venimos a este mundo con una cantidad predeterminada de palabras negativas que se nos permite pronunciar. Cuando esta cantidad se agota, la muerte nos vence.
Meditación
Silenciemos nuestro ego. Pulsemos el botón de silencio.
Ahora invoquemos a la Luz para que hable en nuestro nombre, en todas las ocasiones, de manera que cada palabra eleve nuestra alma y toda la existencia.
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