Compartiendo un pensamiento
“El mundo no está amenazado por las malas personas
sino por aquellos que permiten la maldad.”
“La vida es muy peligrosa.
No por las personas que hacen el mal,
sino por las que se sientan a ver lo que pasa.”
Albert Einstein
Cuando
queremos afrontar nuestro destino, debemos tener la suficiente inteligencia y
humildad para sabernos faltos de conciencia plena de que no sabemos
pedir a Dios.
Hemos orado repitiendo frases que no conocemos su significado pleno ni su fuerza para el espíritu.
Hemos orado repitiendo frases que no conocemos su significado pleno ni su fuerza para el espíritu.
Orar
es pedir lo que nos hace falta en cada momento.
Orar
es sacar la fuerza interior que está en el alma, es la fuerza que tenemos
dentro de nosotros mismos.
Cuando
estamos listos para afrontar el destino, es cuando sabemos que las oraciones
meditadas tienen sentido totalmente.
Una
antigua bendición irlandesa nos dice:
Que
el camino salga a tu encuentro.
Que
el viento siempre esté detrás de ti
y
la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y
hasta que nos volvamos a encontrar,
que
Dios te sostenga suavemente
en
la palma de su mano.
Esta
bendición es un acto de amor para el que la recibe, es una oración que te desea
una vida favorable y llena de la Luz. Es pedir por el otro lo que se desea para
uno mismo.
Amar
es el acto más sublime del ser humano porque se da y cuando nos damos así, sin
esperar nada a cambio, es cuando el amor es pleno y total. Es cuando somos
plenamente humanos.
Agustín
de Hipona decía: “La medida del amor es amar sin medida..."
Así
de grande debe ser la donación del ser al amar. Sin medida.
Vemos
actualmente que el ser humano está más orientado hacia el amor light. El amor a
un mismo. El amor egoísta. El amor en donde primero se establece que recibo a
cambio de amar.
Esto
es la cruda realidad de la sociedad actual, es donde la oscuridad ataca al ser
humano, porque vivimos relaciones light, sin compromiso, sin amor, por
conveniencia. El egoísmo es la fuerza de la oscuridad, el placer sin
compromiso, las relaciones casuales y llenas de vacío.
Porque
el hombre tiene miedo a amar. Puede “resultar lastimado”… que ironía, porque es
el amor el que hace al ser humano, humano.
Agustín
de Hipona mencionaba: “Si no quieres sufrir, no ames, pero si no amas ¿para
qué quieres vivir?”
Porque una vida si amor es el vacío total y el vacío es donde mora la oscuridad.
Francisco
de Sales decía: Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es
por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios,
sino por el amor con que las hacemos".
La
medida del hombre es amar sin medida. Sin miedo ni temor, es darse para recibir
más, para dar más.
Cuando
se está en una tribulación, pide a Dios y ofrece tu amor a la divinidad siempre. Recibirás.
Oración para la Batalla
Escúchame Señor y
prepáreme para la batalla,
olvida mis injurias
contra ti y mis hermanos,
y dame la voluntad en
este día,
para saber que lucho por
mis hermanos, por ti y para ti.
Ayúdame a entender que
tus enemigos son mis enemigos
y salir adelante en cada
paso
para traer de nuevo la
luz y el bien
y que todo lo hacemos
este día
para tu gloria eterna.
Hoy en la batalla, dame
la fuerza,
la voluntad,
el honor
y la libertad,
para ver el sentido del
bien que hacemos,
al defender a mi raza
contra el mal que acecha.
Y si caigo,
llévame a la luz,
no me dejes caer en la
obscuridad.
Quiero verte eternamente
Dios mío.
Amén
Autor:
Manuel Villarreal
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradece tu participación